7 cortes para la parrilla

A la parrilla: 7 cortes que todo parrillero profesional debe ofrecer

En la parrilla no hay espacio para improvisaciones. Cada corte tiene su momento, su técnica y su público. En Bel lo sabemos: ofrecer variedad no es solo una cuestión de gusto, es una estrategia que conecta con quienes buscan calidad, sabor y confianza.

1. Tomahawk: presencia y sabor en cada hueso

El Tomahawk es un corte que impone. Su hueso largo y su marmoleo lo convierten en protagonista de cualquier parrilla. Se cocina lentamente, se sirve entero o en lonjas gruesas, y genera conversación. Es ideal para quienes buscan una experiencia completa, desde la cocción hasta el momento de servir.

Tenerlo en la carta es una forma de diferenciarse. No todos lo ofrecen, y cuando se presenta bien, se convierte en el centro de atención.

2. Asado de tira: tradición que nunca falla

El asado de tira es sinónimo de reunión, de conversación larga y fuego lento. Cortado transversalmente con hueso, ofrece una cocción prolongada que libera jugos y aromas irresistibles. Es el corte que acompaña bien cualquier encuentro, desde el más informal hasta el más celebrado.

Ofrecerlo es apostar por la tradición, por el sabor que se construye con tiempo y paciencia. Y eso, en la parrilla, se valora.

3. Solomo de cuerito: textura suave y sabor local

El solomo de cuerito es un clásico que no puede faltar. Su capa de grasa superficial le da un sabor característico y una textura que se presta para cocciones prolongadas. Es ideal para quienes buscan cortes generosos, que rindan bien y se compartan con gusto.

En la parrilla, el solomo es sinónimo de confianza. Y cuando se ofrece bien cortado y bien cocido, se convierte en protagonista.

4. Arrechera: textura suave y cocción rápida

La arrechera, también conocida como falda marinada, es un corte que se adapta bien a la parrilla directa. Su textura permite una cocción rápida, y su sabor se potencia con adobos sencillos. Es ideal para porciones individuales, tacos, o platos que buscan practicidad sin perder carácter.

Incluirla en la propuesta es pensar en quienes valoran lo sabroso y lo ágil. Y eso, en la parrilla, se agradece.

5. Punta trasera: versatilidad y rendimiento

La punta trasera es uno de los cortes más versátiles. Se puede cocinar entera, en bifes o en brochetas. Tiene buen rendimiento, sabor equilibrado y una textura que se adapta a distintos tipos de fuego.

Es el corte que permite jugar con las preparaciones, adaptarse al cliente y mantener la rentabilidad. Tenerlo en la carta es pensar en variedad sin complicarse.

6. Costilla de res: sabor profundo y cocción lenta

La costilla de res es para quienes disfrutan del ritual parrillero. Requiere tiempo, atención y fuego constante. Pero el resultado vale la pena: carne que se desprende del hueso, sabor intenso y textura melosa.

Ofrecer costilla es una forma de diferenciarse. No todos la trabajan bien, y cuando se hace con técnica, se convierte en un sello de calidad.

7. Lomo vetado: suavidad y presentación impecable

El lomo vetado, también conocido como bife ancho, es un corte que combina suavidad con buena infiltración de grasa. Se cocina rápido, se sirve en porciones generosas y tiene una presentación que seduce a primera vista.

Es ideal para parrillas que buscan ofrecer cortes premium sin complicarse. Tenerlo disponible es una forma de decir: aquí se cuida cada detalle.

La parrilla como experiencia

En Bel entendemos que la parrilla no es solo fuego y carne. Es una experiencia que se construye con técnica, variedad y sensibilidad. Ofrecer los cortes adecuados permite conectar con distintos públicos, adaptarse a cada ocasión y mantener la calidad sin perder rentabilidad.

Si estás armando tu propuesta parrillera, revisa tu carta. ¿Estás ofreciendo variedad real? ¿Estás considerando los tiempos de cocción, los gustos del cliente, el rendimiento por pieza?

Lo que puedes ajustar hoy

Evalúa tu inventario. Revisa qué cortes se mueven más, cuáles generan más margen, cuáles permiten diferenciarte. Habla con tu equipo. Pregunta qué corte les resulta más cómodo de trabajar, cuál prefieren recomendar. Y sobre todo, observa a tu cliente. Porque cuando se ofrece lo que realmente se busca, la parrilla se convierte en punto de encuentro.

En Carnes Bel estamos para acompañarte. Sabemos que cada corte tiene su historia, su técnica y su momento. Y cuando se elige con criterio, se construye una parrilla que no solo alimenta, sino que conecta.

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